Día 8 de la cuarentena

El efecto del estrés en una cuarentena

Mientras más pasa el tiempo, nos damos cuenta que este estado de cuarentena durará un poco más de lo que habíamos planeado.

Los pensamientos de lo que va a ocurrir en un futuro nos pueden generar diferentes afecciones a nivel físico (temor o preocupación por su propia salud y la de sus seres queridos; cambios en sus patrones de sueño o alimentación; dificultad para dormir o concentrarse, empeoramiento de los problemas de salud crónicos y muchas otras síntomas) que incluso pueden afectar en nuestro sistema inmunológico, haciéndolo más vulnerable al COVID-19.

Definitivamente el brote del COVID-19 y el estado de cuarentena es una situación estresante para muchas personas; y todos podemos reaccionar de una manera diferente.

Sin embargo, lo más importante es sobrellevar el estrés de una forma positiva para lograr cuidarte a ti mismo, y a tu familia.

Ahora bien, esta condición estresante también la están presentando los más pequeños de la casa.

La manera en la que ellos reaccionan se debe en parte a lo que observan en los adultos a su alrededor, por lo que la primera recomendación es mantener la calma y buscar afrontar el estrés de forma positiva.

Cuando nosotros enfrentemos el COVID-19 con calma y seguridad, le daremos a nuestros niños/as un mejor apoyo.

Nosotros como padres debemos transmitir más tranquilidad a quienes se encuentren a nuestro alrededor, especialmente a los más pequeños, para que así se encuentren mejor preparados.

Qué evitar

  • Evita leer noticias o información por redes sociales de forma excesiva, mucha de éstas son alarmistas y amarillistas, por lo tanto se te hará difícil mantener la calma y mucho más difícil transmitirle esa calma a tus hijos/as. Dedica un par de horas al día a esto para mantenerte al tanto de lo que ocurre, por ejemplo, una hora por la mañana y otra por la tarde, pero no más.

Qué hacer

  • Estar pendientes de las reacciones estresantes en nuestros hijos/as. Si nuestro hijo/a: llora, se aísla, se nota triste, cambia su apetito o sus hábitos de sueño, presenta dolores de cabeza o de estómago, está irritable, entre otros síntomas. Son alarmas para que, nosotros los padres, busquemos intervenir en esta situación.
  • Permítete tener un espacio para hablar con tu hijo/a acerca del virus, responde sus  preguntas y dudas, al igual que mantente atento de sus emociones.
  • Haz sentir a tu hijo/a que se encuentra en un espacio seguro y sin juicios. Es natural sentirse estresados, puedes compartir  cómo enfrentas tu propio estrés para que puedan aprender a sobrellevarlo con tu ejemplo.
  • Cumple con una rutina y haz que tus hijos también la lleven, que tengan un horario para levantarse, comer, jugar, relajarse y descansar.
  • Busca actividades y jugos que ayuden a disminuir la sensación de estrés para ti y tus hijos/as, como: técnicas respiración y relajación, dibujar mándalas, entre otras actividades.

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