Agacharse para hablar con él

Los niños cuyos padres/madres se agachan para hablar con ellos terminan siendo niños/as con más facilidad de para relacionarse con los demás.

Este simple gesto les da una sensación de cercanía, seguridad y comprensión que ni te imaginas. 

¿Qué hacer?

Cuando quieras hablar con tu hijo y siempre que puedas agáchate de forma tal que puedas mirarlo directamente a sus ojos, así lo estarás escuchando activamente.

Si tu hijo ve que te pones a su altura y lo ves a los ojos, te prestara más atención.

¿Qué no hacer?

No trates de ser demasiado autoritario, pues esto en lugar de crear cercanía generaría miedo.

No lo ignores, tómate el tiempo necesario para escucharlo. De esta manera ayudarás a que no busque tu atención comportándose mal.