La nutrición básica es fundamental para el desarrollo físico y mental de tu hijo. Una merienda equilibrada puede proporcionarle la energía y los nutrientes necesarios para afrontar sus actividades diarias y mantenerse saludable.
¿Qué hacer?
- Ofrece frutas frescas como manzanas, plátanos o uvas. Por ejemplo, puedes cortar una manzana en rodajas y acompañarla con un poco de yogur.
- Incluye alimentos ricos en proteínas como queso, jamón o huevos. Por ejemplo, prepara un sándwich con queso y jamón.
- Evita las bebidas azucaradas y opta por agua o zumos naturales. Por ejemplo, prepara un smoothie con frutas y yogur.
¿Qué no hacer?
- Evita las golosinas y snacks poco saludables como galletas rellenas de crema o papas fritas.
- No acostumbres a tu hijo a alimentarse frente a la televisión o la computadora.
- No obligues a tu hijo a terminarse toda la merienda si ya está satisfecho.
Recuerda que tu implicación en la alimentación de tu hijo es fundamental para su bienestar y desarrollo. ¡Sigue así!